Capanivo en pasta de tomate
El reto
Una de las principales empresas alimentarias de Perú necesitaba medir la pasta de tomate a 100 °C. Tras convertirse en pasta y perder casi todo el líquido, el material alcanza un valor dieléctrico muy bajo pero es muy pegajoso. Otro problema es la resistencia química al proceso CIP de alta temperatura, de unos 90°C, y la compatibilidad alimentaria. La solución debe ser muy fiable y la sonda compacta, ya que las dimensiones del tanque y la dinámica del proceso pueden provocar desbordamientos. La precisión de la detección también es una cuestión crítica, ya que el material tiende a generar falsas alarmas.
Nuestra solución
Para este caso, utilizamos nuestro sensor de nivel de la serie Capanivo 7000, que tiene una conexión de proceso de acero inoxidable y una sonda de PPS (sulfuro de polifenileno), un plástico higiénico químicamente compatible con aplicaciones de procesos de limpieza agresivos. La sonda sólo mide 98 mm de longitud, lo que permite instalarla en los espacios más reducidos. Además, la carcasa IP68 está fabricada en poliéster y policarbonato, por lo que es respetuosa con el medio ambiente y está debidamente sellada. Cabe destacar que este sensor utiliza un sistema electrónico de dos hilos y dispone de una tecnología de sensibilidad de punta que proporciona una gran precisión en la detección de ajustes, incluso con la muy pegajosa pasta de tomate que puede utilizar nuestra solución para lograr la salida de señal correcta.